LAS IDEOLOGÍAS BLANCOIDES EN LAS ORGANIZACIONES SOCIALES


*Es un maestro licenciado, intelectual y pensador etnotawa aymara.
Es común escuchar los discursos de los gobernantes de turno cuando manifiestan que “el gobierno es indígena”, que “el gobierno es de los trabajadores”, que “el gobierno es de los pobres”. Con estos discursos han llegado a paralizar la lucha histórica rebelde y anticolonial de las organizaciones sociales “etnotawantinsuyences”. Han confundido, cooptado y subordinado a todas las organizaciones sociales sindicales que hasta antes de la llegada del MAS-IPSP al gobierno eran libres y perseguían un objetivo histórico, libertario, anti-imperialista, anti-socialista, anti-comunista y anti-colonialista.
Estos últimos años, las organizaciones sociales no han sido considerados como un movimiento que persigue un objetivo diferente y contrario a los ideales e intereses de los blanco mestizos de línea marxistas-leninistas, mas al contrario se les ha confundido y asimilado a sus ideologías en favor a sus intereses de raza blancoide. Siendo así, el pueblo y las etnonaciones fueron confundidas y enfrentadas entre sí. Se les ha reducido a simples soldados defensores del grupo malhechor blanco mestizo, que habrían de cumplir solamente las órdenes de sus superiores o del gobierno. Por ello mismo, esta vez nos hemos propuesto abordar de manera breve sobre la influencia de las ideologías blancoides en las organizaciones sociales.
En todos los rincones del mundo las sociedades humanas viven gracias a una serie de actividades diarias que se llama trabajo. Esta actividad es la que permite sustentar y dar continuidad a la vida individual y a la vida familiar. Por ello que, cada uno de los grupos sociales o familiares se dedicaran a una especialidad o área de trabajo tomando en cuenta su espacio donde habita y en función a sus necesidades básicas. Pero que, estas actividades de trabajo llegaran a un momento donde se diversificaran y se diferenciaran de unos a otros, dando lugar a la división del trabajo y a la clasificación de la sociedad. Unos que trabajaran sin intensiones de lucro, y otras con intensiones de lucro y de dominación. Siendo así, esta ultima será el causal del nacimiento de dos clases sociales: una clase social obrera, y la otra, clase social burguesa.
Cada una de estas clases velaran sus intereses por lo que entraran a un punto de contradicción y confrontación. Por consiguiente, la lucha entrará a radicalizarse, donde los sectores más vulnerados y explotados  exigirán justicia ante las problemas de explotación y enajenación de trabajo.
Entonces, frente a esta dominación de los explotadores hacia los explotados, surgirá un ideal de organización de los obreros o de las clases trabajadoras para luchar en contra de sus empleadores o patronos. Así darán lugar al nacimiento del sindicalismo como una ideología de defensa de los trabajadores asalariados, subordinados y dependientes (Machicado, 2010:4).
Por lo expuesto, podemos entender que el sindicalismo no tiene nacimiento en Bolivia, menos en Qullasuyu, sino que tuvo orígenes en los países occidentales producto de las injusticias y la explotación por medio del trabajo de un grupo de elite sobre los otros grupos de humanos. De ahí que, las sociedades dominadas y explotadas del occidente, se unificaron para consolidar las primeras asociaciones de trabajadores con el objeto de mejorar sus tratos y sus ingresos salariales ante el gobierno y ante sus patronos o empleadores. Ya que sus salarios, los tratos, las actividades laborales y otros, no fueron al agrado ni permitieron vivir en una vida digna.
Sin embargo, ante la reacción y la lucha de los trabajadores, la clase burguesa o los dueños de producción, planificaran proyectar una estrategia de aplastamiento, instrumentalización y desviación del horizonte de lucha sindical. Por ello, nada es casual que los ideólogos blancoides del occidente como Marx y Trotski hablen de los trabajadores. Es decir, el sindicalismo ha sido cegado con las ideologías de la elite dominante, como marxismo y trotskismo con el pretexto de que se les está dando dirección al movimiento obrero.
Así es como han llegado a influir las ideologías embaucadoras en las entes matrices de las organizaciones de los trabajadores que hasta el día de hoy a continuado en los países occidentales como también en Latinoamérica. Por ello mismo, es que los trabajadores del occidente continúan explotados-sin encontrar soluciones durante décadas-, porque no han llegado a proyectar un horizonte de lucha propio, genuino y de este tiempo, sino que optaron seguir proyectos planteados por sus propios explotadores.
Sin embargo, en los territorios del Abya Yala y en el Tawantinsuyu, la lucha tuvo un sentido diferente alas del occidente. En ese entendido, en primer lugar y desde la visión “tawa”, la lucha no es de clases, sino de razas confrontadas desde la colonización. Es decir, el actual movimiento sindical debe recuperar el sentido de lucha histórica; de un simple reivindicativo a un movimiento etnonacional “tawa”. Lo cual consiste ir más allá de lo sindical”. Al respecto Fausto dirá: “El indio no lucha por el salario, que nunca conoció; ni por la justicia social, que ni siquiera imagina. El indio lucha por la justicia racial, por la libertad de su raza” (Reinaga, 2010: 54).
En el caso del Qullasuyu (actualmente conocido como Bolivia), los primeros momentos de influencia de las ideologías foráneas y las estrategias de luchas occidentales en los movimientos sociales “etnotawantinas”, serán después de la Guerra del Chaco. Ya que hasta ese momento la estrategia de dominación derechista había entrado en decadencia. Ante esta cuestión, ya  era peligroso para el sector blancoide continuar explotando y esclavizando al estilo clásico a las razas de color. De ahí que serán obligados a dar lugar a la ejecución de otra estrategia q’ara más moderna, así para poder dar continuidad al proyecto globocolonial.
En ese entendido, la crisis estratégica de dominación derechista y los movimientos de rebelión del siglo XX y fundamentalmente de las décadas 30, 40 y 50, serán causales para que la elite blancoide opte por otro camino de dominación. Y ello implica reducir el sentido de lucha etnonacional “tawa” en un simple lucha reivindicativa al estilo occidental. Por ello que, llegaran a crear las organizaciones sociales al estilo occidental a las cuales se infiltraran para dar una dirección contra la lucha y “Pensamiento Tawa”.
Entonces, no es casual que las ideologías del sindicalismo marxista y trotskista, se hayan infiltrado al interior de las organizaciones sociales para confundirlos a sus miembros. Es decir, las elites q’aras han continuado dominando durante siglos como derechistas y actualmente camuflados de izquierdistas, socialistas e indigenistas. Son estos izquierdosos también quienes heredaron para la actualidad y han dado continuidad a su proyecto de dominación con el gobierno del MAS-IPSP en la actual Bolivia colonial.
BIBLIOGRAFIA

Humala Tasso, Antauro. (2011). Etnonacionalismo izquierda y globalidad. Perú.

Machicado, Jorge. (2010). Sindicalismo y el sindicato en Bolivia. USFX. Bolivia.

Quispe, Ayar (2011). Indianismo. Ed. Pachakuti. Qullasuyu.

Reinaga, Fausto. (2010). La revolución india. Bolivia.

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